LAS REDES COMO ESPACIOS DE CONSTRUCCIÓN COMUNITARIA, PARA ENVEJECER MEJOR.
Todas las personas
vivimos en un mundo de redes de apoyo cotidiano. Las redes como organizaciones
son una forma de estructura cooperativa, son un modo efectivo de enlace, de
comunicación e intercambio.
Las redes de apoyo y
solidaridad, son el mecanismo de participación para la formación de capital y
tejido social, que permite a las personas mayores y a sus familias, fortalecer
vínculos afectivos, comunitarios y sociales, compartir vivencias y encontrar
soluciones a algunos de los problemas que los afectan.
Su característica
principal es su nivel de espontaneidad y su organización por intereses comunes.
Han sido construidas desde el afecto y les ha permitido hacerse visibles y ser
actores en los diferentes escenarios de participación.
En las redes, las
personas se encuentran y se dedican a hacer lo que más les gusta; por ejemplo,
cada ocho días reunirse, hacer un chocolate, bailar, recitar, pintar,
interpretar instrumentos musicales, crear y relatar cuentos, contar chistes.
Es el espacio y el
tiempo para que en compañía de otros y de otras, aprendan a ser libres; libres
para la contemplación, para enseñar, aportar, soñar, jugar, crear, recrear y
encontrarse con sus propios desarrollos espirituales, para rescatar la
curiosidad, esa característica atribuible únicamente a la niñez. “Sin nada que
ganar o perder, liberados de la esperanza y del temor, descubrimos que tenemos
nuevos ojos, si solo abandonamos los viejos hábitos y adoptamos nuevos, si nos
volvemos más y más curiosos”.
OBJETIVO
GENERAL:
1. Contribuir a cambiar
los paradigmas de la vejez, promoviendo la cultura y los determinantes del
envejecimiento activo y saludable, Alternativas de prevención y atención a las
personas Mayores que se encuentran en familia y comunidad (Funcionales,
semifuncionales y dependientes).
2.
Identificar, construir y fortalecer las redes familiares y sociales, existentes
en los entornos mas aproximados.