Aprovechar el potencial de nuestros abuelos: Desafortunadamente son
muchos los abusos que se están viendo en este sentido, en el denominado
"síndrome del abuelo esclavo", Malestar anímico, hipertensión
emocional y cansancio permanente, son algunos de los síntomas. Cada
escenario familiar es diferente y no se puede generalizar, pero en momentos
muchas personas abuelas se ven en la obligación de criar a sus nietos, para que
sus hijos tengan una vida más desahogada. Su rol, sin embargo, debería
de ser mucho más enriquecedor, tanto para los nietos como para ellos.
Sencillamente deben disfrutar de la compañía mutua y de la
relación que se crea entre ambos. Algunos abuelos llegan a caer enfermos.
Por otro lado los abuelos que asumen el papel de padres,
imponiéndose ante éstos y pretendiendo educar a sus nietos de la misma forma
que hicieron con sus hijos.
En ambos casos se trata de un abuso de poder, de no
asentimiento del papel que nos toca desempeñar en el ambiente familiar. Diferente
es cuando esa mezcla de papeles es voluntaria y necesaria para la educación del
nieto y beneficiosa para el abuelo.
La relación que se puede llegar a constituir entre los nietos y sus abuelos, es muy especial. Especial en la medida en que ambos están en la
misma dimensión social y son dos fuentes
de cariño mutuo, aunque aparentemente difieran tanto por contraste de edad.
Ambos se encuentran fuera de la "cadena de producción", esa que nos
hace excluirnos casi inconscientemente del disfrute que da el placer de las
pequeñas cosas.
Hay que aprovechar el potencial de nuestros abuelos, por
medio de su gran fuente de experiencia, y siendo fundamental y muy necesario en
la cadena familiar. Los nietos ven en sus abuelos la figura de un adulto
cómplice, de "una persona mayor" a la que contar sus secretos sin que
les recrimine su comportamiento, la parte más dura y menos permisible de la
educación es trabajo de los padres. Abuelo y nieto gozan de un paseo por el
parque, de jugar con la arena, de contar historias...
Y nieto aportándole a abuelo aire fresco, brindándole un
enfoque distinto a la hora de ver las cosas, un punto de vista diferente a los
de otra generación.
Dicen que las personas
aprendemos a ser hijos sólo después de convertirnos en padres, y a ser padres
cuando somos abuelos. Por tanto, somos susceptibles de pasar por cada uno de los peldaños que
conforman una familia, y así deberíamos vivir y disfrutar cada etapa de las
relaciones que entre los miembros se crean. En algún momento todo tenemos algo
que aportar, pero sin duda nuestros abuelos sacan mucha ventaja de su posición.
Dejarles de lado, sería dar de lado una fuente de sabiduría y
un cariño incondicional, Aprovechemos el potencial de nuestros abuelos.