Mejor Salud Física, Mental y Social

Mejor salud | claves para envejecer mejor




Mejor saludLa Familia. Si hay algo en la vida que motive más a una persona mayor es ver su familia cerca de ella. Luego de trabajar casi toda su vida descansar significa compartir momentos y también planes, sueños y metas de sus hijos, nietos y hasta bisnietos en ocasiones.



Baile. “Lo bailado quien me lo quita” es una frase para indicar que las experiencias vividas le quedan tatuadas a las personas hasta su muerte y ya nada ni nadie podrá sacarlas de dentro. Así que bien vale la pena por disfrute, aprendizaje, compartir con amigos, familia…bailar y bailar lo que guste con quien se quiera y en las horas que tenga a disposición poder hacerlo genera mejor salud.

El Cine. La recreación de la vida cotidiana, la expresión de lo inimaginable, la puesta en escena de situaciones que nos hacen reír, llorar, soñar, de entender cómo piensan y actúan otros aún a miles de kilómetros, la oportunidad de ensayar en imágenes lo que puede ser una realidad.

El cine que nos impulsa a imaginar mejor,  a crear historias y ver historias que mejor escuela, que mejor recreación para el espíritu, el cerebro y nuestro cuerpo.

La lectura. Hablar de la lectura es hablar del gran diálogo de la humanidad, de la comunicaciones entre unos y otros, entre el pasado y el presente, entre nuestra historia de dónde venimos y para donde vamos, diálogo activo y pasivo, de los que escriben y de los que leen para una mejor salud.

La lectura que nos enseña y nos recrea, que nos electriza y nos apacigua, camino entre lo real y lo imaginario, hobby que nos deleita.

Cuando apenas estamos creciendo y sin una inducción amorosa de la familia la lectura nos parece una carga en nuestra educación formal, lectura que nos lleva por el intricado mundo de las direcciones izquierda, derecha y mil paralelos más. También nos alinea en nuestra propia dirección la que queremos y podemos, la que nos lleva a tomar mejores decisiones y a veces no tanto.

Leer: una posibilidad de mejor salud que debiéramos considerar todas las personas… y cuando llegue el ocaso de nuestras vidas aún con una lupa que mejore nuestra visión, o que algún familiar o amiga nos lea para continuar conociendo y deleitándonos.

El Estudio. El estudio una de las grandes fortalezas de nuestra humanidad, es a través de él como hemos podido desarrollar la ciencia y la tecnología, la medicina, las comunicaciones, esas que hoy nos están alejando paradójicamente hasta de nosotros mismos. Es el estudio el que nos indica caminos para hacer las cosas mejor, para organizarlas, sistematizarlas y así nos sirvan en futuras oportunidades.

Estudiar de qué maneras vamos a vivir, trabajar, compartir, envejecer, crear empresas, proyectos, desentrañar incógnitas, saber lo que nos falta saber.
Estudiar también debería servirnos para conocer mejores maneras de envejecer, para que nuestros abuelos tengan mejor calidad de vida y no sientan que son una carga para la sociedad, todo lo contrario: son su gran legado, la sabiduría de las sociedad, un tesoro que no tenemos derecho a destruir y cualquier descuido debería ser castigado, de hecho es castigado en nosotros mismos ya que “nadie da de lo que no tiene”.

La Parranda. A pocos no les gusta “parrandear” en el más sano de los sentidos, en cada una de las épocas de nuestra historia la parranda se asocia con un estilo y una manera diferente, parrandear de acuerdo a nuestro estilo y manera de ser, de ver el mundo y de cómo nos entrelazamos con él es contar con mejor salud.

Parrandear para conocer amigos, nuevas historias y experiencias de vida, parrandear para descansar y ser felices para no pasar por el mundo sin tocarlo.
Parrandear también para aprender, para envejecer junto a la familia y expresar nuestras desavenencias con nosotros y los otros.

La Creatividad. La genética, la enseñanza, la búsqueda, el estudio, la lectura y miles de componentes tienen la autoría para decir que una persona es creativa, cada uno de nosotros tiene una parte de la responsabilidad de ayudar a formar un mundo de seres creativos.

Sin embargo la creatividad si ha sido lo esencial para la transformación del mundo a cada momento, la creatividad es inherente al ser humano y es ella lo que nos impulsa a intentar algo nuevo.

Nuestros abuelos, nuestros padres, hermanos, tíos, primos, amigos tienen con nosotros la responsabilidad de ser creativos, “hacer lo no hecho con lo que ya está hecho” y no es un trabalenguas es aquella frase que conocemos: “el mundo no se acaba se transforma”, por ello las posibilidades de la creatividad son infinitas y aunque tengamos 100 años, se los aseguramos con ejemplos que la creatividad es inagotable, Picasso, Dalí, la Madre Teresa, y un largo etc., lo confirman, entonces…?

Los Sueños. “Soñar no cuesta nada” dice un dicho pero no es el soñar en vano de lo que hablamos, es como dijo Walt Disney “si lo puedes soñar lo puedes hacer” soñar para crecer y desarrollarnos como seres humanos, soñar y volver realidad lo que soñamos para que el mundo sea mejor.

Soñar nuestros propios sueños y construirlos, reconstruirlos y hasta desecharlos, aprendiendo con cada nueva experiencia a forjarlos mejor y a saber porque camino ir para hacerlos una palpable realidad.

Potenciar nuestros talentos, intentar nuevas experiencias, transitar nuevos caminos nos permitirá a nuestros hijos sentir que el abuelo, no es abuelo por lleno de arrugas o enfermo sino porque es una persona digna de modelar, de amar y respetar.

El Trabajo. El trabajo es lo que permitió el desarrollo del hombre en la faz de la tierra, el trabajo construyó la fastuosa e increíble inteligencia del hombre para hacer y hasta para destruir lo que lo rodea. Sin embargo el trabajo pensado como medio de vida o como la famosa frase atribuida a la religión “ganarás el pan con el sudor de tu frente” ciertamente parece un castigo.

El trabajo dignifica al hombre, al ser humano y lo dignifica no porque haga algo para ganarse el sustento sino porque es el trabajo el que le permite dar vida y crear sus sueños e ideales de un mundo mejor. Lo dignifica porque así si es la imagen del creador, cuando crea sus propias obras.

Hay un bache en este proceso de trabajar y luego cuando se tienen los años definidos para que supuestamente ya no pueda producir, sea desvinculado de su trabajo, de su medio conocido, de las personas con quienes ha compartido hasta tristezas, donde construyó e hizo realidad muchas de sus fantasías y a veces donde encontró el amor.

Este bache es la ausencia de una valoración suficiente para reconocer que una persona mayor aunque no pueda realizar trabajos de fuerza, puede construir tanto el mundo, como una persona que tenga menos años.
La falta de una Cultura del Envejecimiento, que reconozca la sabiduría y todos los valores acumulados en las personas mayores dando un espacio y unas oportunidades para que de manera participativa y conjuntamente se siga construyendo el mundo, con la experiencias y aprendizajes forjados a “hierro caliente” durante 60 y más años. Esa es una de las carencia del mundo actual, por ello también es una de las responsabilidades que nos corresponden a todos, porque transitaremos por el mismo camino.

Cómo y cuándo lo lograremos?, ese es el reto, aquí podemos participar todos, no solamente cuidando el abuelo en casa sino dándonos a nosotros mismos nuevas y mejores oportunidades con nuestros propios hechos.

Familias que cuidan sus abuelos, no será una frase que encierre obligación y responsabilidad sino algo natural y amoroso que hará parte de nuestra vida.

Los viajes. Pocas personas se sustraen a la espectacular experiencia que significa viajar, viajar en cualquier medio de transporte, con amigos, con familia o nuestra pareja. Cuando los viajes hacen parte de la posibilidad de descansar, compartir y conocer producen resultados que no son suficientemente valorados.



Envejeciendo en Casa, no posibilita ensanchar la imaginación como lo hace envejecer conociendo alguna parte del mundo, cada vez que podemos o programamos salir de nuestro entorno conocido.

Aprender, conocer a personas con diferentes pensamientos, gustos y experiencias nos enriquece también a nosotros. Ahora no es solamente viajar al exterior o a otra ciudad sino aprovechar cada salida, cada caminata, cada paseo para admirar y reconocer las maravillas de la creación del universo, como diría un autor “... Con tantas maravillas por admirar no es lógico entristecernos en nuestro lugar y sentados...”

Los hijos. Maravillosos sueños cumplimos teniendo hijos, cuando son pensados y nos preparamos para que lleguen a nuestro hogar y en pareja, tenemos mejores perspectivas para lograr la tarea de compartir y aportar en su formación, cuidarlos para su salud, independencia y crecimiento como seres que aportan a su vez a la familia en la que llegaron y al medio en que se desarrollan.

Cuando esta no es la posibilidad, la situación es más difícil son muchas las madres solteras y aún padres que solos debieron cumplir con este mandato de la naturaleza; criar los hijos.

Para algunos fue más complicado que para otros, sin embargo casi siempre los hijos suman a la felicidad de las personas que toman la decisión de ser padres o aún los que sin tomar esta decisión lo son.

La Clave Para Envejecer Mejor, es sacar el mejor provecho de esta maravillosa posibilidad que nos dio la naturaleza de vernos reflejados en estas personas que surgen de nuestras entrañas y regocijarnos como nadie mientras tengamos la oportunidad de compartir la vida con ellos. La otra parte está dentro de los valores que forjamos en nuestra familia para lograr reconocer, respetar y valorar a las personas que al envejecer ya no pueden seguir con el ritmo que llevaron durante su juventud o de adultos. Esos valores deben llevar de forma natural a un reconocimiento de la sabiduría, experiencia y conocimiento de nuestros mayores.

El Descanso. Parece apenas lógico que sea necesario descansar pero a veces cuando las situaciones se tornan críticas como por ejemplo una madre con sus chicuelos y esposo, además del trabajo a las 7 u 8 de la mañana no le quedó más remedio que despertar y trabajar en los oficios domésticos de familia desde las 4 de la mañana y luego de su trabajo formal seguir hasta las 9 o 10 de la noche preparándose para el día siguiente y así sucesivamente.

Por eso es necesario como parte de nuestro proceso de envejecimiento darnos una oportunidad de practicar aquellas actividades que nos proporcionan placer, nos enseñan y a la vez nos permiten el tan necesario descanso no solamente de trabajo físico sino de aquellas rutinas que en no pocas ocasiones  nos agotan de manera continua.

El Juego. Muchos de nosotros” no Jugamos ni con tierra” cuando niños, por ello a también nos cuesta aprender a jugar, sin embargo el juego es uno de los mayores catalizadores de las emociones, la tristeza, el cansancio y hasta las desilusiones.

Jugar es una de las mejores terapias para toda clase de enfermedades, tristezas y desconsuelos, mejor si se hace con nuestros amigos o seres queridos.  En la era actual ha sido más fácil jugar ya que a partir de una época se le dio valor al juego como medio de aprendizaje y preparación para la vida de mayores, Joffre Dumazedie y otros grandes autores hicieron verdaderos tesoros escritos al respecto.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Amigos y suscriptores, muchas gracias por compartir sus preocupaciones y aportes para envejecer mejor.