Desafíos de la llamada tercera edad




 
En todas las épocas los interrogantes de por qué se envejece han desarrollado en el hombre la capacidad de reflexión y aprendizaje. La población de adultos mayores está aumentando a un ritmo acelerado. 

Mayor demanda de serviciosLos distintos cambios sociales producidos en los últimos tiempos han influenciado de manera acentuada la prestación de servicios para esa inmensa masa generacional de adultos mayores. Básicamente, los requerimientos están relacionados con lo físico, afectivo, psicológico y sociocultural. Incluso, el envejecimiento en la población constituye un factor importante en la estructura de sistemas de cada país. 


Un documento de la Oficina Internacional del Trabajo, cita: “En una sociedad en que el número de personas mayores aumente, como así también se incrementen sus expectativas de vida, es forzoso que los gastos incluidos en el sistema de seguridad social se multipliquen. Por añadidura, el creciente número de personas de edad madura provoca el alza de costos de la asistencia médica y demás servicios sociales”. Asimismo y desde siempre, los mayores estuvieron vinculados a una red de apoyo social cuyo sostén principal fueron: la familia, amigos y vecinos. Las relaciones familiares deben continuar siendo el aspecto más importante en la vida de los mayores en todas las sociedades del mundo. 

 La Asamblea Mundial del Envejecimiento (Viena, 1982) denomina anciano a todo mayor de 60 años, y en un despacho de Naciones Unidas de 1956 se adoptó caracterizar como país envejecido a aquel cuya población mayor de 65 años supera el 7% del total. El ámbito propicio para desarrollar políticas y programas sociales destinados a los mayores es el municipal. En cada localidad deben arbitrarse los recursos para dar respuesta a las necesidades reales que cada situación de vejez plantea. Por la cercanía, proximidad y el acceso, no sólo a lo urbano, sino también a lo rural, el Municipio es un punto clave para llevar adelante trabajos sociales por el bien de los mayores. 



En tal sentido, una buena política social, por ejemplo, debe promover a la persona mayor en muchos aspectos de la vida cotidiana. Por citar algunos: La participación en la toma de decisiones familiares y el reconocimiento del lugar que ocupa en el ámbito familiar; la integración a la comunidad en general, tendiente a evitar el aislamiento: el sostenimiento económico a fin de que pueda vivir en digna dependencia en ese aspecto; la promoción de actividades de capacitación y aprendizaje personal mediante actividades educativas, recreativas, culturales y sociales....

http://www.redadultosmayores.com.ar/novedades2007.htm

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