ACTIVIDAD FÍSICA DE LA PERSONA MAYOR


LA ACTIVIDAD FÍSICA EN LA PERSONA MAYOR

Por: Diana Patiño, Fisioterapeuta


El sedentarismo es el camino más corto hacia una vejez prematura, y dependiendo del estilo de vida y cuidados de la salud dependen los resultados de la vejez, donde el ideario sería fomentar la actividad física como hábito de vida para lograr de ella múltiples beneficios.
No se debe desconocer que La mayoría de los autores fundamentan que la inactividad, el aislamiento y en especial el sedentarismo son las causas que influyen negativamente en la persona mayor. Realidad evidente si se tiene en cuenta el crecimiento actual de la población mayor ya que solo en un siglo el país paso de 4´355.470, personas a un total de 41´468.384 habitantes, de los cuales el 6.3% (2´612.508) es mayor de 65 años y donde sus condiciones no son las mejores teniendo en cuenta situaciones especificas y cambios estructurales de un país.

Se consideran personas mayores a mujeres y hombres que tienen 60 años o más (o mayores de 50 años si son poblaciones de riesgo, por ejemplo indigentes o indígenas). Esta edad puede parecer joven en países donde la población goza de un adecuado nivel de vida y por lo tanto de salud, sin embargo en los países en desarrollo una persona de 60 años puede ser vieja y reflejar condiciones de vida que han limitado un envejecimiento saludable. Este límite de edad es reconocido y usado por Naciones Unidas para referirse a las edades avanzadas.

El rápido envejecimiento de la población en los países en desarrollo está acompañado de cambios estructurales fundamentales, tales como las modificaciones en la composición familiar, en los patrones de trabajo, en la migración de los jóvenes a la ciudad, en la profundización de los procesos de urbanización y en el mayor ingreso de las personas al mercado laboral.

Conduce a cambios en los patrones de enfermedad, llevando a que en los países en desarrollo se concentren luchas simultáneas por las enfermedades infecciosas (responsables de altas tasas de mortalidad), y las crónicas (generadoras de discapacidad y deterioro en la calidad de vida). Esta Doble carga de enfermedad impacta las condiciones económicas y financieras de los países. Donde a lo largo de los años se ha equiparado vejez con enfermedad y de ahí resulta que la mayoría de los adultos mayores perciban su salud como mala.
Otro factor a tener en consideración en la vejez, con el paso de los años la capacidad física se ve deteriorada debido al desempeño laboral y lúdico actual por la reducción de las actividades que estimulan la participación del componente musculo esquelético, ocasionando la pérdida considerable del equilibrio y la marcha haciendo que estos influyan sobre las actividades de la vida diaria.

Situaciones ya mencionadas contribuyen de manera puntual a factores de riesgo físico, emocional en la población de la tercera edad, donde lo anterior revela la necesidad de mantener las acciones de promoción y prevención de la salud, ya que es una situación o problema que tiene que ver con adultos mayores sanos o enfermos, teniendo en cuenta que el envejecimiento corresponde a una etapa de la vida del individuo en la cual se pierde progresivamente la capacidad de adaptación y la aptitud de reaccionar adecuadamente a los cambios donde se pueden determinar positivos o negativos según los estilos de vida acumulados en el transcurso de un ciclo vital.

Desde el nacimiento del ser humano, existe una gran capacidad de reserva y adaptación frente a las exigencias. El aparato respiratorio es capaz de trabajar más cuando se asciende una altura; el sistema circulatorio es más eficiente cuando se realiza un esfuerzo físico; el sistema nervioso es el cuidado y uso de las diferentes capacidades en gran medida, de cómo se haya vivido lo que determina La calidad del envejecimiento.
Por tal razón la recomendación desde un acondicionamiento físico y estilos de vida saludables a nivel fisiocinetico aporta en poder realizar una balanza entre aspectos negativos y aspectos positivos del envejecer e iniciar con una cultura de conocimiento en los beneficios a nivel de salud y atributos en los cuidados y manejos adecuados de hábitos saludables. Los aspectos negativos son muy conocidos: las enfermedades, la autoimagen negativa, la pérdida de relaciones sociales, la disminución de los ingresos, la cercanía de la muerte. En cambio, suele hacerse menos hincapié en los aspectos positivos: la acumulación de experiencia y sabiduría, la conservación de la capacidad funcional a pesar de las enfermedades, el tiempo libre que permite hacer lo que se desea.

Actual mente es un compromiso social, moral y ético para todos y todas los actores de la sociedad fomentar desde la prevención y educación de la comunidad hábitos y estilo de vida saludables.

Donde el área física es un componente que aporta a estos beneficios, de la vivencia experiencia de los aspectos positivos en la vejez.
Con el deber primordial de la conservación de la capacidad física, ya que La actividad física es útil para mantener el estado normal de los músculos y articulaciones; prevenir la pérdida de calcio en los huesos (osteoporosis); aumentar la capacidad de los sistemas respiratorio y cardiovascular; evitar el daño de las arterias y mejorar la coagulación sanguínea. Además, es muy importante para lograr una actitud emocional positiva de confianza en sí mismo. Con recomendaciones puntuales de trabajo físico y con todos los beneficios que este atrae.
El ejercicio físico debe ser exigente, pero sin caer en lo excesivo, y debe ayudar a mantener rangos articulares y posturas fisiológicas. Se puede recomendar la natación, - aunque sólo sea jugar en el agua -, el baile, las caminatas. Este ejercicio debe durar por lo menos 30 minutos seguidos y practicarse por lo menos tres veces a la semana, si es bien tolerado. Realizarlo por períodos menores generalmente es insuficiente para la mantención de las capacidades funcionales, pero siempre es preferible hacer poco ejercicio a no hacer ninguno. Para la caminata debe considerarse el uso de ropa adecuada, acorde con la temperatura ambiente, un calzado cómodo... Y un buen amigo para ir conversando.
Para mantener la postura correcta y la flexibilidad de las articulaciones se recomienda realizar movimientos de estiramiento de brazos y piernas, girar y extender el cuello, mover el tronco a derecha y a izquierda.

Si no se ha hecho ejercicio antes, es preferible que consulte con su médico si puede hacerlo sin peligro.

Otros de los beneficios del ejercicio o actividad física son para la salud mental en la tercera edad. Dawe y Curran-Smith (1994), Blair y otros (.Bouchard, 1990) encontraron que el ejercicio mejora la auto-estima, el autocontrol, el funcionamiento autónomo, los hábitos de sueño, las funciones intelectuales y las relaciones sociales el ejercicio es un antidepresivo, un antiestrés y mejora los estados de ánimos de las personas que participan en un programa de entrenamiento.

para realizar estas actividades no se deben desconocer recomendaciones ya que si hay una i implementación inadecuada también se incurre en daños para la salud y condición general de persona mayor donde se debe tener en cuenta
que los programas de ejercicios deben ser supervisados para la tercera edad, ya que se contemplan factores de riesgos como lesiones, dolores, accidentes y ejercicio excesivamente intenso o prolongado puede conducir a una fatiga extrema, un cansancio y una convalecencia que retarda los beneficios del ejercicio.

La invitación es interiorizar y practicar una actividad física regular (de 3 hasta 4 veces por semana) de duración moderada (de 20 hasta 30 minutos) y de una intensidad suficiente, para obtener efectos de acondicionamiento, minimizando los riesgos de la actividad física, y contar con beneficios físico como
reducir la pérdida de masa muscular y ósea que ocurre en esta edad (Osteoporosis, rigidez);
Prevenir o posponer la disminución en el equilibrio y la coordinación y que es factor principal de riesgos de las caídas.
Controlar afecciones específicas (por ejemplo, el estrés, la obesidad)
Favorecer en el tratamiento de enfermedades mentales (entre ellas la depresión y la neurosis por ansiedad)
El ejercicio físico también parece tener una acción estimuladora de las funciones inmunitarias y defensivas, existe evidencias que esté disminuye las probabilidades de padecer cáncer de colon y pulmón.
Dentro de otras funciones del ejercicio en la tercera edad podemos encontrar la mejora las relaciones interpersonales, promueve en torno a su realización la creación de grupo de trabajo, promueve la aceptación de su esquema corporal, fomenta la colaboración, convivencia y participación, ayuda a integrar a todos los participantes del grupo mejorando de esta manera la interacción social.
Es importante también recalcar que durante el ejercicio el adulto mayor, también puede hablar no solo, de sí y de los demás, si no también expresarlo en el ámbito verbal y así mismo, pueda alcanzar sus propias posibilidades de exteriorización corporal, su objetivo es exteriorizar la interioridad, logrando así que en la vejez se presente reencuentro en sus acciones y sentimientos. En resumen, con la actividad física metódica y continuada, se puede conseguir mejorar considerablemente la salud, tanto a nivel físico como psíquico y a la vez mejorar la calidad de vida.
Bibliografía
http://www.saludcapital.gov.co/Cartillas/Cartilla3
colombiamedica.univalle.edu.co/.../acondicionamiento.htm.
saludintegral.grilk.com/adulto+mayor.htm

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